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La Pascua

Pascua

“La Pascua, celebración central de la fe cristiana, conmemora la resurrección de Jesucristo después de su crucifixión. Es un momento de profundo significado espiritual para los fieles católicos en todo el mundo”- Monseñor Juan Zapata.

La palabra "Pascua" tiene sus raíces en el hebreo "Pesaj", que significa "pasar por encima" o "liberación". Esta festividad tiene sus orígenes en la festividad judía de la Pascua, que conmemora la liberación del pueblo hebreo de la esclavitud en Egipto, pero en el contexto del cristianismo, adquiere un significado aún más profundo. Pues es la conmemoración de la resurrección de Jesucristo después de su crucifixión, un evento central en la fe cristiana que simboliza la victoria sobre el pecado y la muerte.

Este acontecimiento histórico no solo tiene raíces en la narrativa bíblica de la vida, muerte y resurrección de Jesús, sino que también está imbuido de significado teológico, que incluye conceptos como la redención, la expiación y la esperanza de la vida eterna. Además, la Pascua es una época de reflexión espiritual y renovación, donde los creyentes recuerdan el sacrificio de Jesús y celebran la promesa de salvación que trae consigo su resurrección. Dando a sus fieles la oportunidad de profundizar en su fe, renovar su compromiso con los principios cristianos y experimentar la alegría de la vida nueva en Cristo.

La Semana Santa, que culmina en la celebración de la Pascua, comienza con el Domingo de Ramos, recordando la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, donde fue aclamado como Rey. Las palmas y ramas de olivo, que se bendicen durante la liturgia, son símbolos de victoria, honor y alabanza, pero también de humildad y entrega, recordando cómo las multitudes extendieron sus mantos y ramas en el camino de Jesús. Además de marcar este evento histórico, esta fiesta invita a los fieles a reflexionar sobre su propia relación con Jesucristo, reconociéndolo como el Rey y Señor de sus vidas, y preparándose espiritualmente para acompañarlo en su pasión, muerte y resurrección durante la Semana Santa.

El Jueves Santo es una celebración que conmemora la institución de la Eucaristía y el sacerdocio, así como el mandamiento del amor y el servicio. Es un momento para que los fieles reflexionen sobre el significado profundo de estos rituales y para prepararse espiritualmente para acompañar a Jesús en su Pasión, Muerte y Resurrección durante el Triduo Pascual. Esta noche también se recuerda la traición de Judas y la agonía de Jesús en el Jardín de Getsemaní.

El Viernes Santo es un día de profunda reflexión y penitencia, marcado por la conmemoración de la crucifixión y muerte de Jesús en la cruz. Los católicos participan en ceremonias litúrgicas, como el Vía Crucis, que recrea el camino de Jesús hacia el Calvario, y la Adoración de la Cruz, donde se venera el instrumento de la salvación. Si bien es un día de luto y tristeza por la muerte de Jesús, también es una preparación para la celebración de su Resurrección en el Domingo de Pascua. Por lo tanto, incluso en medio del dolor y la oscuridad, los laicos mantenemos viva la esperanza en la victoria final de Jesucristo sobre el pecado y la muerte, que ofrece la promesa de la vida eterna para todos los que creen en él.

El Sábado Santo en la Iglesia Católica es un día de silencio y espera, que representa el período entre la crucifixión de Jesucristo el Viernes Santo y su resurrección en el Domingo de Pascua. Es un tiempo de reflexión profunda sobre el significado del sacrificio de Jesús y la esperanza de su resurrección. Durante el día, no hay celebraciones litúrgicas públicas, pero por la noche se lleva a cabo la Vigilia Pascual, la celebración más importante del año litúrgico, que culmina con la alegría de la Resurrección de Cristo. El Sábado Santo invita a los fieles a esperar con paciencia y expectación la renovación espiritual que trae consigo la Resurrección de Jesús.

Finalmente, llega el Domingo de Pascua, el día más alegre y luminoso del año litúrgico. Es la festividad más importante del año litúrgico, que conmemora la Resurrección de Jesucristo después de su crucifixión. Es un día de celebración, marcando el triunfo de Jesús sobre el pecado y la muerte, y el inicio de una nueva vida para los creyentes. Durante esta jornada, los fieles participan en ceremonias especiales, proclamando el Evangelio de la Resurrección y renovando las promesas bautismales. Es una ocasión para celebrar la victoria de Cristo, renovar la fe en su poder redentor y compartir la esperanza de la vida eterna que trae consigo su Resurrección.

Más allá de las tradiciones y rituales, la Pascua es un tiempo de renovación espiritual y reconciliación. Es un recordatorio del amor incondicional de Dios y de la promesa de vida eterna para aquellos que creen. En medio de un mundo lleno de desafíos y tribulaciones, la Pascua ofrece un mensaje de esperanza y salvación, invitando a todos a experimentar la gracia redentora de Jesucristo.

Más allá de las tradiciones y rituales, la Pascua es un tiempo de renovación espiritual y reconciliación
Autor:
Nicolas Santiago Cepeda Nieves