Muchas personas creen que la celebración de la Pascua es recordar la pasión y muerte de Jesucristo en la Cruz y se llenan de tristeza y dolor. Se quedan sólo en un episodio y es que sí es el momento más tormentoso por el que pasó Jesús cuando llegó el momento de encontrarse con el Padre. Sin embargo, no hay que perder la perspectiva de futuro que es la Vida Eterna porque Jesús venció a la muerte y resucitó gloriosamente para que los apóstoles y toda la cristiandad tuvieran Fe y creyeran. La Pascua es resurrección, es vida y alegría.
Durante los días de la Semana Santa acompañamos a Jesús en su camino al calvario de su muerte terrena para redimir a la humanidad, esto es también acompañarlo hacia la resurrección que es la vida eterna. Son los momentos más difíciles de la vida de Jesús en los que padece un profundo sufrimiento por la traición, el abandono, la tortura, la negación, la humillación y la crucificción para redimir a la humanidad y cumplir lo que estaba escrito.
"Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad.". (Mt. 26:42)
Hemos venido acompañando a Jesús en su vida ejemplar de entrega a los demás con amor, caridad y sembrando esperanza. Cuidar la vida es una de las más grandes enseñanzas de Jesús. Así lo hizo con los signos más reveladores como curar a los enfermos, liberar a los poseídos para que tuvieran una nueva vida, hasta resucitar a Lázaro después de muerto durante varios días. Amó la vida en las bodas de Canaán. Rescató de la muerte a los pecadores y con su muerte en la cruz, a los tres días, la venció con la resurrección. Jesucristo resucitado vence a la muerte para la vida eterna.
La reflexión a la que nos debe llevar la vida de Jesús es al cuidado y respeto de la vida en todas sus manifestaciones y ámbitos de nuestra sociedad. El amor por la vida, a la que nacimos en el bautismo, como en la resurrección después de nuestra conversión, nos convoca a la armonía con nuestro entorno, a cuidar la vida en nuestra Casa Común y condenar con vehemencia los ecocidios y genocidios del hombre terrenalmente poderoso que acaba con la vida por el poder y condena a pueblos enteros a la muerte con la guerra, el terrorismo, el aborto y la condena a la pobreza. Abrazar la vida, resucitados y convertidos, nos exige solidaridad, caridad y esperanza en la vida eterna, sabiendo que detrás de la complejidad de la vida encontraremos la Luz, Luz de vida en la Pascua Eterna.
LA PASCUA ES VIDA
"AMOR ES VIDA, VIDA ES ALEGRÍA, QUIEN NUNCA AMÓ VIVIÓ SIN ILUSIÓN..." (Canción )
Dios,con la Pascua de Jesús nos libera del pecado, de toda esclavitud humana que genera muerte, dolor y sufrimiento
Dios, con la Pascua de Jesús nos libera del pecado, de toda esclavitud humana que genera muerte, dolor y sufrimiento. La obediencia, la humildad y el sacrificio se entrelazan para ofrecernos el regalo inigualable de la vida eterna."
La vida tiene un nuevo sentido: ya se puede morir para vivir, aceptar la muerte para resucitar, cambiar el sentido y el destino de las cosas en un dinamismo y en una cultura de la Resurrección" (*).
(*) Manuel Sánchez Monge, Obispo de Santander. https://www.diocesisdesantander.com/2016/04/desde-la-pascua-la-vida-tie…