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NUESTRA SEÑORA DE LA CONCEPCIÓN APARECIDA

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Nuestra Señora Aparecida o Nuestra Señora de la Concepción Aparecida es la advocación mariana patrona de Brasil.  Su santuario se localiza en Aparecida, en el Estado de…

Estamos en el nacimiento de Sâo Paulo.

Es el año 1554. Un grupo de jesuitas dirigidos por el P. José de Anchieta llegan con el deseo de transmitir el tesoro de la fe cristiana a los indios Tupis y Guaranis.

Fundan la ciudad y ésta se convierte en un importante centro de evangelización.

Los misioneros inculcaban con mucho celo la devoción a María Santísima, poniendo de relieve el papel que Ella, como Madre de Dios, realizó en la obra de la redención.

Todas las tardes se tenía la catequesis y se rezaba el santo rosario.

En muchas aldeas y villas existían las célebres cofradías del rosario, se hacían procesiones y se realizaban novenas de preparación a las fiestas religiosas.

Así, bajo la protección y el cuidado de María se sigue desarrollando la historia de Brasil.

Llega octubre de 1717.

El gobernador de la capitanía de Sâo Paulo, Don Pedro de Almeida, está haciendo un viaje hacia Minas Gerais siguiendo el camino del Valle del Paraíba.

Para la alimentación del gobernador y su comitiva habían pedido a los pescadores del lugar que reunieran la mayor cantidad de peces que pudieran.

Los pescadores, entre los que estaban Domingo Martins, Juan Alves y Felipe Pedroso, tomaron sus canoas, se dirigieron al Río Paraíba y comenzaron a trabajar llenos de entusiasmo.

Lanzaban las redes una y otra vez pero era inútil. No conseguían pescar nada. Navegaron unos seis kilómetros río arriba, hacia el puerto de Itaguassú.

Echaron nuevamente las redes y lo único que sacaron fue una figura de cerámica, cubierta de barro y sin cabeza.

Al lanzarlas nuevamente apareció la cabeza y descubrieron que se trataba de la imagen de Nuestra Señora de la Concepción.
 
Después de esto lanzaron nuevamente las redes y obtuvieron una gran cantidad de peces.


Los pescadores regresaron a sus casas felices de haber conseguido una pesca tan maravillosa y muy admirados por lo que había ocurrido.

LA IMAGEN

Se ignora completamente como es que la imagen fue a parar al río.

Pero si se conoce su autor, un monje de Sao Paulo, llamado Frei Agostino de Jesús, monje benedictino carioca del monasterio de Santa Ana de Parnaíba, en San Pablo, quien la moldeo en el año 1650.

La Virgen es de color moreno y esta vestida con un manto grueso bordado, sus manos se ubican en el pecho en posición de oración.

La imagen sacada del río era de terracota y medía 39 cm de altura.

Los monjes benedictinos que la describen en aquella época acreditan que originalmente era policromada, como era costumbre en la época.

El color canela que presenta en la actualidad probablemente se debe a la exposición al humo de las velas de los devotos.

Ella representa a Nuestra Señora en su Inmaculada Concepción.

Por eso su título completo es “Nuestra Señora de la Concepción Aparecida”.