San Marcos Evangelista, uno de los cuatro evangelistas del Nuevo Testamento, es un personaje central en la historia del cristianismo primitivo. Marcos fue una figura fundamental en la difusión del mensaje de Jesucristo, dejando un legado perdurable que ha influido en la fe y la espiritualidad de millones de personas en todo el mundo. Su vida y obra están íntimamente ligadas a la expansión del cristianismo y a la redacción de uno de los Evangelios canónicos.
Desempeñó un papel significativo como secretario y hombre de confianza de San Pedro, uno de los apóstoles más destacados en la Iglesia primitiva y una figura central en el relato de los Evangelios. Según la tradición cristiana, acompañó a Pedro en sus viajes misioneros y sirvió como su intérprete y escriba. Esta estrecha relación proporcionó a Marcos un acceso privilegiado a las enseñanzas y experiencias del apóstol, permitiéndole capturar de manera fiel y detallada los relatos de la vida de Jesucristo, creando así uno de los primeros relatos escritos sobre la vida y el ministerio de Jesús. Se cree que redactó su Evangelio en Roma, donde Pedro predicaba y donde ambos trabajaron juntos para fortalecer la incipiente comunidad cristiana.
Su labor misionera trascendió las fronteras de Palestina, antigua Canaán. Según la tradición, después de la ascensión de Jesús, Marcos viajó a Alejandría, en Egipto, donde estableció una comunidad cristiana y predicó el Evangelio. La tradición afirma que estableció allí la primera iglesia, convirtiéndose en obispo, sentando así las bases para lo que eventualmente se convertiría en la Iglesia Copta, una de las ramas más antiguas y prominentes del cristianismo oriental. Su labor misionera no solo se limitó a la predicación, sino que también se centró en la enseñanza, el bautismo y el fortalecimiento espiritual de los nuevos creyentes. Su trabajo apostólico contribuyó significativamente a la expansión del cristianismo en el mundo mediterráneo, sentando las bases para la difusión de la fe en regiones fuera del ámbito judío.
La influencia de San Marcos en Alejandría fue significativa y perdurable. Se le atribuye la conversión de muchos paganos al cristianismo y la construcción de una comunidad cristiana sólida en medio de una sociedad predominantemente no cristiana. Además, se le recuerda por su ejemplo de fe, sacrificio y dedicación al servicio de Dios y su pueblo. Su labor misionera estuvo marcada por desafíos y adversidades, incluidas persecuciones y oposición por parte de las autoridades y los líderes religiosos locales. San Marcos perseveró en su misión con valentía y determinación, inspirando a las generaciones posteriores a llevar el mensaje del Evangelio a todos los rincones del mundo, siguiendo su ejemplo de amor, servicio y fidelidad a Cristo.